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domingo, 26 de febrero de 2012

"LAVADA DE MANOS" Y SURTIDO DE LOCURAS





"La figura del loco siempre nos ha acompañado. El loco ha representado en nuestras sociedades la presencia constante del lado salvaje, irreverente, transgresor que todos nosotros llevamos en nuestro interior. No aceptarlo es la manera más sencilla de perder nuestra condición de seres sensibles. Empezar a creer que, efectivamente, esa línea que nos protege de la locura es una línea real que, por nuestra propia seguridad no debe de traspasarse, es perder realmente la humanidad, es convertirse en poco más que una máquina de trabajar y consumir. Creer que esta línea existe y debes mantenerte quieto es asesinar al animal mágico que llevamos dentro y rechazar de plano toda posibilidad de cambio en nuestra vida.


No podemos negarlo, nos encanta la locura no obstante, aquí el tema no está en valorar si nos encanta o nos detesta la locura (la locura está en nosotros y los hechos sobre hábitos de consumo hablan por sí mismos) sino en tomar consciencia de que diariamente consumimos grandes dosis de locura enlatada y por el contrario, por un lado cada día hacemos menos locuras a nivel individual y por otro, que “la ley”, sus representantes y el sistema social imperante cada vez persigue más de cerca a aquellos que individualmente practican la locura.


No dejes de pedirle consejo diariamente a tu loco interior. No dejes de transgredir, no creas que el sistema prevalecerá a pesar de ti, no sigas haciendo lo de siempre. Aparta de tu vida el miedo a pensar y a hacerte preguntas. Sé incómodo. Levántate y anda, y piensa". 






// Hace un tiempo me enviaron esto y mira por donde estamos a tiempo para seguir practicando su contenido//

// La foto es de esos momentos que entras a un servicio de los llamados sospechosos  (por las posibles sorpresas no muy agradables que puedan aparecer) y te encuentras con el detallito //


lunes, 20 de febrero de 2012

DE CONEXIONES Y DEMÁS INTERIORES


Podemos llegar a encontrarnos ciertas "puertas" con "engranajes" tal que así:



 "Desde pequeños, la mayoría ha ido interiorizando y haciendo suyos mensajes que llegaban desde el entorno familiar y social.

Ahora toca que esos pensamientos y acciones se sitúen en la zona de responsabilidad de cada un@.  Ese paso de hacerse responsables de lo que pensamos, decimos y hacemos.

  • “Yo era el rar@ de la familia. Decían que no había quien me entendiese…”
  • “Da igual lo que haga, seguirán pensando lo mismo de mi…”


Al dar al otro el poder de hacernos sentir bien o mal en función de lo que diga o haga, nos convertimos en títeres que bailan según los hilos que nos mueven. Y  nos iremos situando, alternativamente, en el papel de víctimas y en el de verdugos. Pasaremos al protagonismo de pobres mártires que tienen que aguantar al otro por lo que les hace, a verdugos castigadores que intentan resarcirse del daño causado por el otro. (Eligiendo a veces el castigo de la palabra; pero también eligiendo hacerlo desde el silencio o la indiferencia).




Podemos decidir no situarnos en el papel de víctimas; y, a la vez, no hacer nuestro el victimismo que elijan los demás para su vida.

Resulta paradójico observar cómo de adultos seguimos manteniendo las mismas actitudes que de niños; seguimos reaccionando de la misma manera y se nos siguen moviendo las mismas emociones cuando nos exponemos a situaciones dolorosas de nuestro pasado (especialmente de nuestra infancia).

Cuando fuimos pequeñ@s, cada un@ hizo lo que pudo para sobrevivir.  Pero ahora, ¿qué sigue alimentando lo que nos hizo daño en el pasado?

Mientras responsabilicemos a los otros de cómo nos sentimos en la vida, seguiremos con el corto-circuito encendido en modo apagón pasando factura a la nuestra."

María José Trillo



// Palabras encontradas en una de esas revistas gratis que alguna tienda suele tener //

// Fotos hechas en la zona de Mombeltrán a las que se agradece su posado (pasado seguro que también). //

viernes, 10 de febrero de 2012

MOMENTOS DE LUCIDEZ...


POR LA LECTURA

"Cuando yo era un muchacho, en la España de 1931, vivía en Aranjuez un Maestro Nacional llamado D. Justo G. Escudero Lezamit. A punto de jubilarse, acudía a la escuela incluso los sábados por la mañana aunque no tenía clases porque allí, en un despachito que le habían cedido, atendía su biblioteca circulante. Era suya porque la había creado él solo, con libros donados por amigos, instituciones y padres de alumnos. Sus “clientes” éramos jóvenes y adultos, hombres y mujeres a quienes sólo cobraba cincuenta céntimos al mes por prestar a cada cual un libro a la semana. Allí descubrí a Dickens y a Baroja, leí a Salgari y a Karl May.

Muchos años después hice una visita a un bibliotequita de un pueblo madrileño. No parecía haber sido muy frecuentada, pero se había hecho cargo recientemente una joven titulada quien había ideado crear un rincón exclusivo para los niños con un trozo de moqueta para sentarlos. Al principio las madres acogieron la idea con simpatía porque les servía de guardería. Tras recoger a sus hijos en el colegio los dejaban allí un rato mientras terminaban de hacer sus compras, pero cuando regresaban a por ellos, no era raro que los niños, intrigados por el final, pidieran quedarse un ratito más hasta terminar el cuento que estaban leyendo. Durante la espera, las madres curioseaban, cogían algún libro, lo hojeaban y veces también ellas quedaban prendadas.

Tiempo después me enteré de que la experiencia había dado sus frutos: algunas lectoras eran mujeres que nunca habían leído antes de que una simple moqueta en manos de una joven bibliotecaria les descubriera otros mundos.

Y aún más años después descubrí otro prodigio en un gran hospital de Valencia. La biblioteca de atención al paciente, con la que mitigan las largas esperas y angustias tanto de familiares como de los propios enfermos fue creada por iniciativa y voluntarismo de una empleada. Con un carrito del supermercado cargado de libros donados, paseándose por las distintas plantas, con largas peregrinaciones y luchas con la administración intentando convencer a burócratas y médicos no siempre abiertos a otras consideraciones, de que el conocimiento y el placer que proporciona la lectura puede contribuir a la curación, al cabo de los años ha logrado dotar al hospital y sus usuarios de una biblioteca con un servicio de préstamos y unas actividades que le han valido, además del prestigio y admiración de cuantos hemos pasado por ahí, un premio del gremio de libreros en reconocimiento a su labor en favor del libro.

Evoco ahora estos tres de entre los muchos ejemplos de tesón bibliotecario, al enterarme de que resurge la amenaza del préstamo de pago. Se pretende obligar a las bibliotecas a pagar 20 céntimos por cada libro prestado en concepto de canon para resarcir –eso dicen- a los autores del desgaste del préstamo. Me quedo confuso y no entiendo nada.

En la vida corriente el que paga una suma es porque:
a) obtiene algo a cambio
b) es objeto de una sanción.

Y yo me pregunto: ¿qué obtiene una biblioteca pública, una vez pagada la adquisición del libro para prestarlo? ¿O es que debe ser multada por cumplir con su misión, que es precisamente ésa, la de prestar libros y fomentar la lectura?

Por otro lado, ¿qué se les desgasta a los autores en la operación? ¿Acaso dejaron de cobrar por el libro vendido? ¿Se les leerá menos por ser lecturas prestadas? ¿Venderán menos o les servirá de publicidad el préstamo como cuando una fábrica regala muestras de sus productos?

Pero, sobre todo: ¿Se quiere fomentar la lectura? ¿Europa prefiere autores más ricos pero menos leídos? No entiendo a esa Europa mercantil.

Personalmente prefiero que me lean y soy yo quien se siente deudor con la labor bibliotecaria en la difusión de mi obra. Sépanlo quienes, sin preguntarme, pretenden defender mis intereses de autor cargándose a las bibliotecas. He firmado en contra de esa medida en diferentes ocasiones y me uno nuevamente a la campaña.
¡NO AL PRÉSTAMO DE PAGO EN BIBLIOTECAS!"

-Jose Luis Sampedro-

miércoles, 8 de febrero de 2012

Y SE HIZO LA LUZ ...



Pues SI,  la vida sigue … y no alrededor de los de Fotolog precisamente (o mejor ya Foto-Krak ); que se considerarán el centro del (su) mundo, pero para los que hemos estado por ahí, han sido de un tiempo a esta parte la central de la desilusión y quebraderos de fotos, líneas … censuras, etc. 

//Eso, si, todo hay que decirlo: dar las gracias al lugar por aquellos inicios y encuentros con gente que hemos encontrado y  ha intentado expresarse//

 Así que, me decidí y…  he aquí el mail que les envié y del que todavía estoy esperando respuesta:

Hola.
Por favor, me gustaría saber si todos esos cambios que habeis hecho son ya los definitivos o todavía estáis terminando de realizarlos.
Y es que lo que no entiendo es cómo en mis fotos actualizadas han desaparecido los comentarios que tenía de mis amistades.  ¿Hay algún motivo para ello?
La verdad que el resultado del nuevo diseño resulta rarísimo y deja mucho que desear. Estaremos en crisis, pero esto sí que es recortar lo que se daba.
¿Me pondréis censura-veto por aquí a estos comentarios ...?
Gracias anticipadas por vuestra respuesta.
Saludos.

Pues eso, nuevo inicio y sentir que por aquí se encontrará una zona que al menos (y esperemos que por el tiempo que decidamos) dejará más en libertad los espacios para las fotos, las líneas que acompañen y la gente que quiera unirse y continuarlo.

Bienvenida que me siento y bien hallados a los que están por aquí y a los próximos que quieran también iniciar su aventura por estos lares.


Pdta.:   La foto la hice desde la terraza //Tal cual salió, así se deja// y parece que a ciertos “duendes espaciales-especiales” les gustó la idea y quisieron salir en ella. ¡Bienvenidos también!